Por @Wicho

La PSP en primer plano vista desde atrás con el Sol al fondo de la imagen
La PSP mirando hacia el Sol – NASA/Johns Hopkins APL/Steve Gribben

Hace unos días la Parker Solar Probe de la NASA informaba al control de la misión de que había sobrevivido al vigésimo cuarto perihelio de su órbita alrededor del Sol. Es el punto de ella en el que más se aproxima a nuestra estrella, en el que se coloca a tan sólo 6,2 millones de kilómetros de su superficie. Eso marca el fin de su misión, pues ya ha cumplido todos los objetivos previstos.

Lanzada el 13 de agosto de 2018 su objetivo era introducirse en la corona, para estudiarla con más detalle que nunca hasta ahora. Para ello utilizó varias asistencias gravitacionales de Venus hasta que en su sobrevuelo del planeta del seis de noviembre de 2024 la órbita quedó establecida en la actual, de 6,2×68 millones de kilómetros sobre la superficie del Sol.

Así la PSP se convertía en la nave espacial que más se ha acercado nunca al Sol. Y cuando está en el perihelio de su órbita, en el que alcanza los 687.000 kilómetros por hora, es también la más rápida. Esta velocidad es, junto con su escudo térmico, lo que le permite sobrevivir tan cerca del Sol. Salvando todas las distancias, es como cuando, aunque tengas el horno a 200 grados, metes algo en él. Mientras no toques las paredes internas si lo haces lo suficientemente rápido no te quemarás; la PSP no se quema porque la Corona es muy poco densa aunque está a entre uno y dos millones de grados Celsius.

La Parker Solar Probe y sus instrumentos están diseñados para que nos proporcionen información más detallada que nunca sobre nuestro Sol, cuyo estado llega a afectar a la Tierra y a otros astros. Está estudiando cómo se mueven la energía y el calor a través de la atmósfera del Sol y lo que acelera el viento solar y las partículas de energía solar.

La idea es que con los datos que obtengamos gracias a ella podremos entender mejor el clima espacial y protegernos mejor contra él; no hay que olvidar que el viento solar afecta a la magnetosfera terrestre.

Dos de las cosas que ha podido observar son inversiones repentinas del campo magnético del viento solar, conocidas como retrocesos magnéticos, que generan calor que contribuye a aumentar la temperatura de la corona; y ondas de Alfvén, un fenómeno teorizado en 1942 por Hannes Alfvén que es el que causante principal de la enorme temperatura de la corona en comparación con la de la superficie, que «apenas» está a unos 5.500 grados Celsius. También ha sido la primera sonda en detectar una inestabilidad Kelvin-Helmholtz en una eyección de masa coronal, algo que hace tiempo que sospechábamos que debía pasar pero que nunca habíamos visto.

Y si la Parker Solar Orbiter nos está permitiendo ver el Sol desde más cerca que nunca la Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea nos está permitiendo verlo desde nunca lo habíamos visto antes, pues acaba de conseguir las primeras imágenes de su polo sur que hayamos visto jamás.

En cualquier caso el perihelio de la PSP del pasado día 19 ha sido el tercero a 6,2 millones de kilómetros. Pero no será el último. De hecho se producirán otros dos más este año. Y como la mecánica orbital es la que es, la PSP seguirá girando alrededor del Sol durante los próximos millones de años. Lo que no podrá hacer es variar más su órbita ya que después del sobrevuelo de Venus del pasado mes de noviembre ya siempre estará más cerca del Sol que el planeta.

Así que por ahora, y suponiendo que la administración Trump no le de el matarile, la PSP seguirá observando el Sol órbita tras órbita mientras tenga combustible de maniobra para mantener sus antenas orientadas hacia la Tierra.

Por cierto que el nombre de la sonda es un homenaje a Eugene Newman Parker, un astrofísico estadounidense, no a la consola de Sony. En la década de los 50 Parker predijo la existencia del viento solar y la forma que tendría el campo magnético del Sol en el sistema solar exterior, hoy conocida como espiral de Parker. También propuso, pero ya en 1987, que la elevadísima temperatura de la corona solar podía ser producida por innumerables fulguraciones solares en miniatura.

Fue la primera vez en la historia de la NASA que una misión ha recibido el nombre de alguien todavía vivo en el momento de su lanzamiento. Aunque Eugene Parker falleció el 15 de marzo de 2022, con lo que aunque no vio como la sonda alcanzaba su distancia mínima al Sol sí que pudo enterarse de cómo iba cumpliendo la misión sin mayore problemas hito tras hito.

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Por @Wicho

Las manos de una persona manejando un portátil que proyecta ventanas en el aireCon la entrada a primera hora de esta tarde del astronauta polaco Sławosz Uznański-Wiśniewski en la Estación Espacial Internacional (EEI), a la que ha llegado en la misión Axiom Ax-4, daba comienzo la misión Ignis de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Durante las dos semanas que tiene previstas de duración Sławosz llevará a cabo 13 experimentos propuestos por empresas e instituciones polacas y desarrollados junto con la ESA. Estos experimentos se dividen en cuatro campos: investigación sobre el cuerpo humano; demostraciones de tecnología; ciencia de materiales; y biotecnología.

  • En el primero de estos campos el experimento Human Gut Microbiota explorará cómo afecta el espacio a la digestión observando cambios en las bacterias en el sistema digestivo. Para observar cómo cambia el cuerpo en el espacio, Mollis Textus (AstroPerformance) examinará músculos y tendones, mientras que Immune Multiomics estudiará los cambios en las células inmunitarias y la actividad de los genes para entender cómo se adapta el sistema inmunitario en órbita.
    Siguiendo en el campo de cómo afecta el espacio a nuestros cuerpos el experimento EEG Neurofeedback explorará cómo la estimulación cerebral puede reducir el estrés y mejorar el rendimiento, algo vital para los astronautas que se enfrentan al aislamiento y la presión durante misiones largas; AstroMentalHealth hará un seguimiento del estado de ánimo y el bienestar mental general a lo largo de la misión; y PhotonGrav estudiará cómo el cerebro puede controlar los ordenadores directamente a través del pensamiento, utilizando luz casi infrarroja para controlar la atención y la concentración, sin mover un músculo.
    Finalmente Wireless Acoustics, tiene como objetivo mejorar el confort y la seguridad de los astronautas probando una nueva forma de controlar los niveles sonoros mediante sensores inalámbricos conectados al sistema médico de la estación.
  • En el campo de las demostraciones de tecnología LeopardISS intentaré ver cómo la inteligencia artificial podría ayudar a rovers navegar y tomar decisiones más rápidas e inteligentes por sí solos, sin necesidad de depender de la Tierra. Por su parte, RadMon-on-ISS controlará los niveles de radiación y su efecto en los circuitos integrados, lo que contribuirá al desarrollo de sistemas más resistentes para satélites y futuras misiones espaciales.
  • MXene in LEO es el experimento en ciencia de materiales de la misión. Pondrá a prueba un nanomaterial que podría algún día utilizarse en dispositivos de llevar puestos como por ejemplo una pulsera de control del ritmo cardíaco, para mejorar la salud de los astronautas.
  • Finalmente, en el campo de le biotecnología Space Volcanic Algae utilizará algas resistentes de regiones volcánicas para ver cómo pueden sobrevivir y producir oxígeno en el espacio, algo clave para futuros sistemas de soporte vital en misiones largas; el experimento Stability of Drugs estudiará hasta qué punto puede prolongarse la vida útil de medicamentos comunes almacenándolos en un soporte especial, similar a un envoltorio de plástico, durante misiones espaciales de larga duración; y Yeast TardigradeGene estudiará si la levadura mejorada con una proteína del tardígrado –los famosos osos de agua que aguantan lo que les eches– puede sobrevivir a las duras condiciones que reinan en el espacio, abriendo las puertas a la producción de alimentos y combustible lejos de casa.


El jefe del Centro europeo de astronautas (EAC) Frank De Winne y el astronauta de la ESA Alexander Gerst (de rojo) dan la bienvenida a Sławosz Uznański (de blanco) en su primer día en el EAC para su entrenamiento para Ignis – ESA

Sławosz está en la EEI como un astronauta de proyecto de la ESA, que es una fórmula que permite a un país miembro de la agencia enviar a un astronauta de reserva a la Estación para misiones de corta duración en paralelo a las misiones de larga duración programadas para los astronautas en activo de la agencia. Es la misma fórmula que ya usó el gobierno sueco para enviar a Marcus Wandt en la misión Muninn a principios de 2024.

Esta fórmula exige que el gobierno en cuestión la financie aparte del resto de sus contribuciones a la agencia. En este caso la misión de Sławosz ha sido patrocinada por el gobierno polaco y respaldada por La ESA, el Ministerio polaco de Desarrollo Económico y Tecnología (MRiT) y la Agencia Espacial polaca (POLSA).

El caso es que gracias a esta fórmula tanto Sławosz como Marcus, ambos astronautas de reserva de la ESA, han volado al espacio antes que ninguno de los astronautas de carrera que entraron con ellos en la agencia en noviembre de 2022.

Aunque ahora, salvo que haya grandes cambios, la próxima astronauta de la ESA en ir al espacio será Sophie Adenot, quien se convertirá en la primera astronauta de carrera de esta promoción en volar a la Estación Espacial Internacional en una misión de larga duración, que ya ha sido bautizada como εpsilon. Está prevista para 2026.

Aparte de todo lo demás, Sławosz es el segundo polaco en ir al espacio. El primero en hacerlo fue Mirosław Hermaszewski, quien despegó el 27 de junio de 1978 en la Soyuz 20.

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Por @Alvy

Los científicos no tienen muy clara la causa exacta, pero durante julio y agosto de 2025 la Tierra girará ligeramente más rápido de lo habitual, aunque no es algo que vayamos a notar fácilmente en nuestro día a día. El caso es que hay varios días en los que está previsto que no se completen los 86.400 segundos que tienen las 24 horas: a partir del 9 de julio se espera que el día sea 1,30 milisegundos más corto, el 22 de julio 1,38 ms y el 5 de agosto, hasta 1,5 ms más corto. Al menos eso indican los modelos matemáticos como el del Observatorio Naval de EE.UU.

Este fenómeno contradice la tendencia de ralentización de la rotación terrestre causada por la Luna y las mareas, y ha sorprendido a los científicos: los modelos atmosféricos y oceánicos no explican esta «aceleración» repentina. Desde 2020 no se han añadido segundos intercalares, lo cual ya fue un poco extraño en su momento. Algunos expertos apuntan a causas internas en la Tierra, como redistribuciones de su masa tras los terremotos, movimientos en el núcleo o incluso el deshielo de los glaciares. Pero lo de este verano podría ser de récord. (De hecho, si continúa la tendencia a lo mejor en 2029 hay que restar lo que sería el primer «segundo intercalar negativo» de la historia.)

Si el cambio fuera debido al derretimiento de los polos y los glaciares el agua tendería a irse a la región del ecuador, lo que acercaría la masa al eje de rotación, aumentaría la fuerza centrífuga y aceleraría la rotación, aunque fuera de forma temporal. A largo plazo, el agua desplazada al ecuador podría incrementar el achatamiento ecuatorial que hace que la Tierra no sea una esfera perfecta.

(Vía IFLScience + Gizmodo.)

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Por @Wicho

Esta semana hemos visto las primeras imágenes del Observatorio Vera C. Rubin. Y son impresionantes. El vídeo de arriba, elaborado a partir de más de 1.100 imágenes captadas por el observatorio, comienza con un primer plano de dos galaxias para luego ir quitando zoom hasta mostrar unos 10 millones de galaxias. Estos 10 millones de galaxias representan aproximadamente el 0,05% de los 20.000 millones de galaxias que captará el Observatorio Rubin durante los 10 años que durará su Legacy Survey of Space and Time o LSST.

Situado en Cerro Pachón, Chile, a 2.682 metros de altitud, el Vera Rubin dispone de un telescopio con un espejo primario de 8,4 m y 16,78 toneladas de peso y una cámara de 3.200 megapixeles formada por 189 sensores CCD que a su vez pesa 2,8 toneladas. La cámara tiene un campo de vista equivalente a 45 veces el tamaño de la Luna.

Con ella mapeará el cielo austral cada 3 ó 4 noches durante los 10 años que se prevé que dure el LSST. Esto supone que obtendrá imágenes del mismo trozo del cielo unas 800 veces, lo que permitirá detectar cambios en el cielo que nos dejarán tanto estudiar la evolución de los objetos ya conocidos como detectar otros que no teníamos fichados.

Al fin y al cabo comparar imágenes del mismo fragmento del cielo tomadas en distintos momentos ha sido históricamente uno de los métodos más utilizados para descubrir objetos antes desconocidos en el cosmos.

La descripción
La cámara LSST, que tiene el tamaño aproximado de un coche, y es la cámara digital más grande del mundo – J. Orrell/SLAC Lab

La descripción
Los sensores de la cámara – J. Orrell/SLAC Lab

De hecho en apenas diez horas de observaciones el Vera Rubin descubrió 2.104 asteroides que nunca habíamos visto antes. Si tenemos en cuenta que cada año todos los telescopios del mundo descubren unos 20.000 esto da una idea de las capacidades del nuevo telescopio. En ese tiempo también fue capaz de detectar aproximadamente otros 1.800 que ya teníamos fichados, lo que valida su funcionamiento.

Eso no sólo nos permitirá entender mejor cómo se formó y evolucionó nuestro sistema solar sino que también nos da una nueva herramienta para detectar asteroides potencialmente peligrosos. No vaya a ser.

Un detalle sorprendente, más allá de todo lo que se ve en ellas, es que estas imágenes se recogieron muy al principio del periodo de puesta en servicio del telescopio. La primera luz se produjo el 15 de abril. Y apenas un par de semanas después, los sistemas ya funcionaban lo suficientemente bien como para recoger estas imágenes y compartirlas con el mundo.

Lo de los 3.200 megapixeles es un poco difícil de pillar, pero desde el telescopio lo explican diciendo que para ver una imagen completa sería necesario desplazar unas 1.000 veces la pantalla de un móvil estándar, lo que vienen a ser 152 metros de desplazamiento. Cada noche de funcionamiento del telescopio producirá unos 20 TB de datos, para un total de 500 PB cuando termine con el LSST. Así que además del telescopio ha habido que diseñar y poner en marcha un sistema de almacenamiento accesible en línea para que la comunidad científica pueda acceder a todos esos datos.

Por cierto que la estructura del telescopio en la que van montados los espejos y la cámara, denominada TMA (Telescope Mount Assembly, Conjunto de montura del telescopio), ha sido diseñada por GHESA Ingeniería y Tecnología, a la que seguramente conoces aunque no lo sepas porque participó en la construcción de las T4 y T4S del aeropuerto de barajas, y construida por Asturfeito, las dos empresas españolas.

La descripción
El TMA¹ ya terminado – Rubin Obs/NSF/AURA

Todo esto suponiendo, claro que la administración Trump no decida retirarle o reducir a límites ridículos la financiación, que por ahora le llega a través de la National Science Foundation, Fundación Nacional para la Ciencia (NSF), y la Oficina de Ciencias del Departamento de Energía, Department Of Energy, DOE. Por cierto que por eso el Vera Rubin el realidad se llama oficialmente Observatorio NSF-DOE Vera C. Rubin.

Lo de Vera Rubin, por supuesto, es en honor a la astrónoma que nos llevó a intuir la existencia de la materia oscura, quien lamentablemente no ha vivido para verlo en marcha.

Sin embargo, el telescopio propiamente dicho se llama Simonyi Survey Telescope, SST, en honor a los 20 millones de dólares que el multimillonario Charles Simonyi donó para su construcción. Se ve que no se les ocurrió cómo meter las siglas de Bill Gates, que puso otros diez millones.

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¹ Sí, yo también he pensado en él.

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